La burocracia forestal va lento, pero las plagas no: Juan Cruz Avilés


Área afectada por el insecto descortezador en San Francisco Tlapancingo, en la región Mixteca de Oaxaca,  Foto: Juan Cruz Avilés

Por Carolina Peña y Francisco Chapela / Bosques y Buen Vivir / Estudios Rurales y Asesoría Campesina, A.C. / Noviembre 2021

La mayor parte de las áreas forestales del estado de Oaxaca, no se están aprovechando de manera ordenada, y como consecuencia, debido a diversos factores de estrés y vulnerabilidad, entre los que están las sequías atípicas, incendios forestales y daños al arbolado, las plagas forestales las están para invadiendo. Estas condiciones se presentan con mayor frecuencia cuando hay problemas de límites y falta de un manejo forestal sostenible. 

En entrevista, el experto en plagas forestales Juan Cruz Avilés comentó que actualmente, una de las regiones más afectadas es la Mixteca, en donde la falta de atención oportuna, hace que se registren grandes extensiones de “cementerios de árboles muertos en pie”, situación que va en aumento cada día ante la pasividad de las autoridades competentes. Un caso dramático es el de un monte en la zona de Tlaxiaco, que en 1994 era conocido por la gente local como "Cerro Negro", por la densidad de su vegetación. Al ser atacado por las plagas, los árboles muertos cambiaron de color al morir sus hojas, y la gente lo llamó "Cerro Rojo". Después de que se cayeron los árboles muertos y la falta de un seguimiento para su restauración, el bosque ya no se recuperó. Sólo quedó lo que ahora llaman "Cerro Pelón".

Las plagas atacan tanto a bosques sin manejo como con mal manejo forestal. La falta de un buen manejo forestal está creando un problema serio en Oaxaca, que es un estado forestal. De las casi 9.4 millones de hectáreas del territorio estatal, 6.3 millones están cubiertas de bosques y selvas, pero de esta enorme superficie, una mínima parte está bajo manejo forestal formal (1). El resto carece de un esquema sistemático de aprovechamiento y cuidado. En 2018, en Oaxaca tenían permiso de aprovechamiento 117 comunidades agrarias, 12 ejidos y 226 pequeños propietarios, que abarcaban solamente 180,330 hectáreas entre todos (2).


La falta de un sistema de cuidado oportuno y la falta de un aprovechamiento legal de los bosques crea el "caldo de cultivo" para las plagas forestales. Esta situación fue expuesta por el ingeniero Juan Cruz Avilés en entrevista el pasado octubre. El ingeniero Cruz Avilés, egresado de la Universidad de Chapingo, estudia y combate desde 1994 las plagas en Oaxaca. Al respecto comentó que en el país se sabe que hay 12 de las 19 especies de insectos descortezadores del género Dendroctonus catalogados como plagas, de las cuales 7 especies están afectando las áreas arboladas en el estado de Oaxaca. Explicó que la afectación por plagas tiene que ver con el hecho de que 3.2 millones de hectáreas están degradadas y sin suficiente atención, mientras que la superficie que opera con permisos de manejo forestal es mínima.

Arbolado afectada por el insecto descortezador en San Francisco Tlapancingo, en la región Mixteca de Oaxaca,  Foto: Juan Cruz Avilés

Las plagas arrasan cuando el bosque está debilitado

Pero la abundancia de insectos predadores no es en sí el problema. Es más bien el resultado de la falta de cuidados y de actividades de aprovechamiento y cultivo de los bosques de una forma legal. En áreas forestales bien aprovechadas, se mantiene un sistema continuo de vigilancia, se cuida que los árboles estén sanos sobre todo porque, con un manejo organizado, un bosque sano es fuente de empleo forestal. Por el contrario, en áreas sin un sistema organizado de aprovechamiento, se descuidan los bosques y se debilitan por los efectos de los aprovechamientos clandestinos, en los cuales las plagas, las enfermedades y el fuego hacen destrozos de magnitudes catastróficas.

Aunque en Oaxaca se tienen experiencias de Manejo Forestal Comunitario Sostenible reconocidas a nivel internacional, esto no sucede en la mayoría del territorio arbolado del Estado. Según el Ing. Cruz Avilés, el verdadero problema en Oaxaca, es que muy pocas comunidades se han incorporado a un programa de Manejo Forestal Sostenible formal. Desde su creación, la estrategia de la Comisión Nacional Forestal (CONAFOR) ha sido promover que las comunidades en las zonas forestales adopten métodos de manejo forestal comunitario sostenible. Para ello, la CONAFOR estableció un esquema en el que las comunidades deberían transitar de un nivel básico o nivel I a un segundo nivel y así sucesivamente, hasta llegar a tener un control total de los aprovechamientos (nivel IV). Sin embargo, a los ojos del Ing. Cruz Avilés esto no sucedió. La superficie bajo Manejo Forestal Comunitario Sostenible no se ha extendido y lo que sí se ha extendido, y mucho, han sido las plagas forestales.

La falta de un manejo forestal explica por qué, de acuerdo con la CONAFOR, Oaxaca y Guerrero encabezan la lista de los estados más afectados por plagas, mientras que los estados con mayor producción y mayor superficie bajo manejo sostenible están mucho menos afectados. Chihuahua está en sexto lugar, Michoacán en séptimo y Durango, que es el estado que más madera produce, no aparece entre los afectados de una manera importante. 

 

De acuerdo con la CONAFOR, Oaxaca ocupa el primer lugar nacional en plagas forestales (9)

Cruz Avilés remarcó el caso de la región Mixteca en la que sus pobladores se ven obligados a salir a conseguir sustento en otros lados y por otros medios, al no contar con permiso de aprovechamiento de su principal recurso que es el bosque. 

Una de las consecuencias del abandono de los bosques es la invasión de plagas como la del descortezador Dendroctonus frontalis, el cual por su alta reproducción de hasta ocho ciclos por año, avanza a la velocidad del fuego, Registrando el gradiente de agresividad más alto dentro de los insectos descortezadores. El especialista señaló que aunado al abandono de los bosques por falta de un manejo forestal, los árboles se debilitan por factores ambientales tales como calentamiento global, sequías atípicas o incendios. Los problemas agrarios limitan la atención al bosque y facilitan la tala clandestina, la cual debilita a los árboles dejándolos a merced de los insectos.

Aunque los impactos de las plagas pueden ser tan graves como los de los incendios y requieren de respuestas ágiles y eficaces, Cruz Avilés también recalcó que se observa una respuesta insuficiente y tardía de las instituciones encargadas de atender la problemática de las plagas forestales. Cada vez se asigna un menor presupuesto para el combate de plagas. Por otro lado, señaló que las trabas burocráticas no permiten que los trámites avancen, y la respuesta de las entidades responsables sea de una lentitud que contrasta con la velocidad de los depredadores. No existe una sincronía entre los tiempos burocráticos y la velocidad biológica de los insectos descortezadores. 

Explicó que la lentitud de las instituciones gubernamentales es también difícil de entender, pues actualmente se cuenta con medios técnicos avanzados, como es la plataforma "Sentinel" de monitoreo satelital, en la que participa la CONAFOR, que permite la identificación temprana de los focos de infección, y los sistemas de posicionamiento global (GPS) que permiten a las autoridades obtener la ubicación precisa de cualquier brote de plagas que se reporte desde el campo.Con estos medios, técnicamente es posible establecer un sistema en el que bastaría con oprimir un botón en una tableta electrónica para que se autorizaran las actividades de sanidad forestal. La realidad no es esa. Pareciera que por alguna razón hay la intención de dejar que las plagas se extiendan.

Impactos económicos 

La producción maderable de Oaxaca se ha mantenido en los últimos años cerca de los 400,000 metros cúbicos anuales, pero los ataques de plagas pueden hacer que esa cifra se dispare, posiblemente al doble, estima el Ing. Cruz Avilés. Este cambio abrupto sería el resultado de la eliminación de árboles plagados. 

 

Producción maderable en Oaxaca. Fuente: SEMARNAT (2)

 

Preguntamos al Ing. Cruz Avilés si esto implicará cierta bonanza en las comunidades forestales, pero explica que posiblemente no sea el caso. Esto se debe a que la madera sana o "verde", tiene un precio de mercado que está alrededor de los $1,500 pesos por metro cúbico, pero la madera afectada por plagas o "seca" se paga en $300 pesos. Esto significa que en las zonas afectadas por las plagas, la gente ve salir muchos viajes de madera seca, pero el pago que reciben a cambio es muy poco. Apenas alcanza para cubrir los costos de cortar los troncos y arrimarlos. Además de eso, explica Cruz Avilés, las comunidades afectadas pierden la madera que había en el monte, lo cual en términos económicos significa que tendrán ingresos muy bajos o nulos durante todo el período de recuperación del bosque, el cual puede tardar hasta ochenta años restaurarse, esto si antes no es arrasado por el fuego o por el ataque recurrente de las propias plagas.

Presentación del diagnóstico de las plagas en asamblea. Foto: Juan Cruz Avilés

El sinsentido de la normatividad inalcanzable

Los bosques que no cuentan con programa de manejo sostenible, o en los que sus pobladores no alcanzan a solventar los innumerables requisitos solicitados por la burocracia para obtener permiso de manejo, no se pueden aprovechar de manera legal, y no son redituables para las comunidades a las que pertenecen; por lo tanto, se convierten en bosques abandonados. 

Un bosque que no es aprovechado por sus habitantes, y que, por lo tanto, no es redituable, termina en alguno de varios escenarios, todos ellos desoladores: (1) frecuentemente en estos bosques se establece un mecanismo de comercio ilegal, o bien se introduce el crimen organizado para hacer tala indiscriminada; (2) las plagas forestales acaban con la superficie arbolada convirtiendo los bosques en cementerios de árboles muertos en pie y (3) el bosque seco termina siendo presa de un incendio de magnitudes catastróficas por la alta cantidad de material combustible acumulado en él.

Los predios pequeños y medianos, que son la mayoría en México, no alcanzan el nivel productivo necesario para pagar los costos de cumplir con los requisitos que las instancias gubernamentales solicitan para otorgar permisos de aprovechamiento, y por lo tanto, quedan fuera de programas de manejo que incluyen acciones para manejar las plagas de modo que no causen impactos catastróficos. El ing. Cruz avilés considera que las instituciones competentes deberían instrumentar apoyos para elaboración de programas de manejo forestal y para la elaboración de diagnósticos fitosanitarios, y que debe apoyarse a las comunidades para que puedan contar con un asesor técnico competente para elaborar los estudios necesarios y que obtengan sus permisos como establece la Ley Forestal.

El sentido común haría pensar que si el gobierno tiene recursos escasos, debería usarlos prioritariamente para apoyar las zonas más débiles y de mayor riesgo, como son las comunidades chicas de Oaxaca o Guerrero. Pero en realidad no es así. El ing. Cruz avilés comenta que mientras en la zona de Tancítaro en Michoacán canalizan 300 pesos por metro cúbico de madera afectada para aplicar acciones de saneamiento forestal, el Comité Estatal de Sanidad Forestal de Oaxaca aprobó canalizar únicamente 128 pesos, a pesar de que Oaxaca está en primer lugar nacional en cuanto a afectación por plagas. Irónicamente, las comunidades que más recursos económicos y forestales tienen, son las que reciben más apoyo, cuando en realidad son las que menos lo necesitan. Considera que los tomadores de decisión no aplican un criterio de piso parejo y más bien parece que actúan otorgando privilegios a algunos y discriminando a otros, lo cual va en contra de los principios de equidad y transparencia de la administración pública.

 
Los habitantes de la zona afectada en la Mixteca están preocupados por la afectación de las plagas. Foto: Juan Cruz Avilés

La tramitología excluye a los marginados

El exceso de trámites y lo tortuoso y oscuro de los procedimientos administrativos, pone en duda los principios básicos de equidad. El no aprovechamiento de los bosques por las comunidades que los habitan sucede a pesar de que en 2001 se modificó la constitución política de México que ahora, entre otras cosas, contempla el derecho de las comunidades indígenas y equiparables a tomar decisiones sobre su territorio y los recursos que hay en él (4). Si las comunidades indígenas y equiparables tienen el derecho constitucional de hacerse cargo del cuidado de sus bosques, ¿por qué no lo hacen?. 

En la práctica, la Ley Forestal no reconoce la capacidad de cada pueblo de administrar sus bosques, que reconoce la Constitución. La Ley General de Desarrollo Forestal Sustentable, establece que se requiere autorización del Gobierno federal (la SEMARNAT) para el aprovechamiento de recursos forestales maderables en terrenos forestales o preferentemente forestales (Ley Forestal, art. 72 (5)). El reglamento de dicha ley establece que las solicitudes de aprovechamiento deben de ir acompañadas de complejos estudios que requieren de la contratación de un equipo de profesionistas (6), lo cual está lejos de las posibilidades de la mayoría de las comunidades asentadas en áreas forestales, tanto en el estado de Oaxaca como en el resto del país. Con esto, se niega el derecho de dichas comunidades a disponer de los recursos que hay dentro de su territorio. De este modo, parece que lo que por un lado otorga la Constitución, por otra parte la Ley y el reglamento forestal lo quitan. 

El exceso de trámites implica una carga económica enorme, que explica en gran medida la emergencia sanitaria que viven los bosques de Oaxaca. Una estimación de 2012 de los costos de transacción en el sector forestal (3), concluye que "la carga de los trámites complicados y redundantes, se traduce no sólo en una carga fiscal, sino también en costos de transacción que se expresan como pagos de derechos, costos de servicios profesionales y costos de gestiones y trámites. En su conjunto, dichos costos representan entre el 12 y el 19% de los costos totales de producción y tienden a crecer, conforme el servicio forestal federal se vuelve cada vez más complicado e ineficiente". 

 

De Oaxaca para el mundo: las comunidades son las mejores cuidadoras de los bosques. 

 

Superficie forestal certificada por el Forest Stewardship Council en 2021. Fuente: Forest Stewardship Council public search (7)


Pero el manejo sostenible sí es posible. Las comunidades locales tienen los medios de organización y conocimiento necesarios. Existen parámetros internacionales para identificar el Manejo Sostenible. El buscar un aprovechamiento racional, cuidar los bosques y ecosistemas, contribuir al bienestar de la gente y hacer todo esto mediante un modelo de negocio que sea rentable, es el enfoque que ha tenido el consejo para el cuidado y manejo forestal (FSC, por sus siglas en inglés). Y eso fue precisamente lo que  los evaluadores de esa organización internacional encontraron en las comunidades de la Unión Zapoteco-Chinantca de Oaxaca, en la Sierra Norte del Estado. Por esa razón se les otorgó el primer certificado de Manejo Forestal Sostenible en bosques templados de México. Otras comunidades de Quintana Roo, Durango, Chihuahua y de otros lugares, han sido reconocidas con certificados de Manejo Forestal Sostenible también.

Actualmente hay 13 comunidades con Manejo Forestal Sostenible certificado por el FSC en Oaxaca. Fuente:  Forest Stewardship Council public search (7)


A nivel nacional, hay 127 unidades de manejo forestal bajo sistemas sostenibles certificados por el FSC, que abarcan 1.3 millones de hectáreas de bosques en todo el país. La enorme mayoría de estas unidades son de tipo comunitario.

Sin embargo, las instituciones del gobierno no han podido, no han sabido o no han querido impulsar este tipo de manejo. Abrumado por los requisitos burocráticos, el Ing. Cruz Avilés se pregunta si no será en realidad que hay gente en el gobierno que no quiere que las comunidades forestales despeguen, a pesar de los focos rojos que se están encendiendo, principalmente en Oaxaca y Guerrero, y a pesar de los costos económicos y ambientales que está teniendo la incidencia de las plagas.

El camino hacia Manejo Forestal Sostenible (MFS) tiene que pasar por simplificar los trámites para que más comunidades integren sus programas de Manejo y apoyarlas para que tomen las decisiones fundamentales de manejo de suelos, agua, bosques, semillas y biodiversidad dentro de sus territorios, como establece la Constitución que debe hacerse. De esta manera se podría también: (i) obtener fuentes de empleo digno para los pobladores de las áreas forestales limitando con ello el tener que migrar, (ii) restaurar y mantener los bosques en buen estado y a salvo de plagas e incendios, (iii) salvaguardar los ecosistemas de estas áreas,  y (iv) contribuir a la provisión de madera verde al mercado del país que, aún teniendo grandes extensiones de bosques, satisface apenas el 25% de sus necesidades (8).

Adicionalmente, el MFS comunitario puede contribuir enormemente a lograr las metas de reducción de emisiones para enfrentar el calentamiento global, y a conservar el hábitat de muchas especies y mantener a Oaxaca como uno de los puntos más biodiversos del planeta.

Si las comunidades de la región Mixteca y otras comunidades lograran integrar sus propios esquemas de MFS, seguramente una buena parte de los bosques de Oaxaca estarían en mejores condiciones, y no enfrentaríamos la emergencia de plagas de la que nos alerta el Ing. Cruz Avilés.



El Ingeniero Forestal Juan Cruz Avilés es Egresado de la Universidad Autónoma de Chapingo, con Maestría en Ciencias Forestales por la misma institución. Desde 1984 estudia y combate las plagas

Referencias

(1) Comisión Estatal Forestal de Oaxaca: Superficie Forestal Estatal.  https://www.oaxaca.gob.mx/coesfo/superficie-forestal-estatal/ consultado el 9 de nov de 2021.

(2) Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales: Anuario estadístico de la producción forestal 2018. Dirección General de Gestión Forestal y de Suelos, 2021.

(3) Chapela, F.: Evaluación del impacto del cobro por derechos de aprovechamiento de madera en pie y otras tasas sobre el manejo forestal en México. Programa de Cooperación FAO/Banco Mundial, Servicio para América Latina, el Caribe, División del Centro de Inversiones. 2012

(4) H. Congreso de la Unión: Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, artículo 2 Última reforma publicada DOF 28-05-2021

(5) Cámara de Diputados del H. Congreso de la Unión: Ley General de Desarrollo Forestal Sustentable. Nueva Ley publicada en el Diario Oficial de la Federación el 5 de junio de 2018. Última Reforma DOF 26-04-2021

(6) Cámara de Diputados del H. Congreso de la Unión: Reglamento de la Ley General de Desarrollo Forestal Sustentable. Nuevo Reglamento publicado en el Diario Oficial de la Federación el 9 de diciembre de 2020. DOF 09-12-2020

(7) Forest Stewardship Council public search. https://info.fsc.org/ consultado en octubre de 2021

(8) León Jorge Castaños: El Sector forestal satisface apenas el 25% de las necesidades que tiene México. Vanguardia Industrial, 29 de Jul de 2021.

(9) Comisión Nacional Forestal: Estado que guarda el sector forestal en México 2019. CONAFOR, 2020.

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