Preocupación sobre la atención, prioridad y viabilidad actual del sector forestal


Diciembre de 2024
 

Respecto a los recursos asignados en el Presupuesto de Egresos de la Federación
(PEF) a la Comisión Nacional Forestal (CONAFOR) para 2025 creemos conveniente
señalar lo siguiente:

  1. Es preocupante la insuficiencia de recursos asignados a la CONAFOR, paracumplir mínimamente con las importantes funciones y atribuciones que tienea su cargo en la Ley General de Desarrollo Forestal Sustentable (LGDFS) ydemás disposiciones legales.
  2. En 2014 el presupuesto asignado a la CONAFOR fue de 7,628 millones depesos, sin embargo, en 2017 disminuyó a 3,813 millones y para el 2025, sólo seestán destinando 2,500 millones de pesos. Esta reducción presupuestalrepresenta el 67% respecto a lo que tenía en 2014, sin considerar la pérdida de valor por efecto de la inflación.
  3. El objeto por Ley de la CONAFOR es desarrollar, favorecer e impulsar lasactividades de protección (contra incendios, plagas forestales, deforestación y degradación forestales), conservación (de la biodiversidad, servicios ambientales y mitigación del cambio climático), restauración (reforestación, forestación y obras de conservación de suelos forestales y para la producción de agua en las cuencas hidrográficas), manejo y aprovechamiento sostenible,producción y productividad de productos forestales maderables y nomaderables y su comercialización e impulso de las cadenas productivas y redes de valor, así como promover la educación técnica y la cultura forestal que conforme a la LGDFS, se establecen como áreas prioritarias del desarrollonacional.
  4. Para ello la CONAFOR debe atender una superficie de alrededor de 139 millones de hectáreas, correspondiente a la superficie de terrenos con vegetación forestal y preferentemente forestales a través de sus diversos programas de impacto territorial (cerca del 70% de la superficie nacional). Con el presupuesto de 2025 a la CONAFOR le alcanzará para destinar, en promedio, 18.00 pesos por hectárea, mientras que comparativamente, el Programa “Sembrando Vida” tiene casi 17 veces más presupuesto (39 mil 100 millones de pesos) para atender poco más de 1 millón de ha, equivalente a 39,000 pesos por hectárea.
  5. De acuerdo con información proporcionada por la CONAFOR a través del Inventario Nacional Forestal y de Suelos INFS, de 2001-2018 se han deforestado un promedio de 212 mil hectáreas por año, es decir, en total alrededor de 3.6 millones de ha en ese período; es innegable que la deforestación sigue avanzando incrementando con ello un pasivo ambiental y no hay recursos suficientes para detenerla, lo cual ocasiona que los bosques, selvas y vegetación forestal, cada vez pierden más su capacidad de producir agua, evitar la erosión, proteger la fauna silvestre y la biodiversidad y contrarrestar los efectos del cambio climático por la captura de CO2, lo cual impacta gravemente a todos los mexicanos, y la misma permanencia de muchos de los ecosistemas terrestres.
  6. Para 2025 la CONAGUA pronostica la presencia del fenómeno de “La Niña” y con ello una severa sequía en gran parte del país. La insuficiencia de recursos para destinarlos a la prevención y el combate de incendios forestales puede ocasionar más pérdida de bosques, de infraestructura e incluso de vidas humanas, de no actuarse oportunamente para destinar los recursos necesarios y llevar a cabo las acciones pertinentes, principalmente aquellas orientadas a trabajos preventivos.
  7. La población más pobre del país habita en las áreas forestales y se estima en cerca de 12 millones de personas, mismas que se ven afectadas por la casi nula posibilidad de apoyo por parte de la CONAFOR. Además, en las zonas forestales continúan graves problemas de actividades ilícitas y de inseguridad pública que inciden en la tala y cambios de uso del suelo ilegales.
  8. Resulta preocupante la cada vez mayor dependencia de importaciones de productos forestales para satisfacer la demanda nacional. En 2023 el déficit de la balanza comercial del país de este tipo de productos fue de -7,412 millones de dólares ($148,240 millones de pesos aproximadamente) provenientes en su mayoría de EUA, lo que nos aleja de la autosuficiencia a pesar de tener el potencial productivo para lograrla.
  9. La solución fácil que el gobierno ha adoptado para mitigar el problema de deterioro y desaparición de la cubierta forestal, así como el cumplimiento de compromisos internacionales en este rubro, ha sido aumentar el número de decretos de Áreas Naturales Protegidas (ANPs), no solo federales, sino estatales y hasta municipales. Desafortunadamente, estas ANP solo funcionan muchas veces en el papel; no hay manera de operar adecuadamente estos esquemas de conservación sin los recursos necesarios para su atención y para brindar alternativas productivas a los propietarios o posesionarios de estos terrenos.

Es preocupante la baja prioridad que se le brinda al sector forestal, mientras que a
programas como “Sembrando Vida” se le otorgan recursos por cerca de 39,100
millones de pesos de acuerdo con el presupuesto 2025, tomados del sector ambiental y forestal entre otros, sin que exista una evaluación objetiva e independiente de sus beneficios ambientales y de otro tipo.

Además, Sembrando Vida tiene como principal objetivo contribuir al bienestar social de los participantes en el programa a través del impulso de la autosuficiencia
alimentaria mediante la siembra del maíz, que, aun y cuando es intercalado con
especies arbóreas (forestales y frutales), este cultivo ocupa la mayor cantidad de
superficie en cada parcela, por lo cual técnica y jurídicamente no puede considerarse que sea un programa de reforestación o restauración forestal. Aunado a ello, el recurso asignado a la CONAFOR, quien, de acuerdo con la LGDFS, es la entidad encargada de atender la reforestación y restauración forestal del país, carecerá de recursos suficientes para conducir estas acciones, por lo que resultarán las cifras más bajas de atención en los últimos 30 años, comprometiendo con ello la recuperación y generación de los servicios ecosistémicos que le dan viabilidad al sector.

Por todo lo anterior, resulta necesario que se revise la política pública y las prioridades de atención al sector forestal nacional, a la vez que se refuerce el Servicio Profesional de Carrera, que garantice la institucionalidad tanto de la SEMARNAT como de CONAFOR, que permita contar con el personal técnico y administrativo cuyo perfil profesional corresponda con las necesidades de las instituciones, en función de los objetivos y líneas estratégicas que se requieren para el buen funcionamiento del sector forestal nacional.

Dada la escasez de presupuesto se requiere un rediseño de la forma que ha venido
operando la CONAFOR a base de otorgamiento de subsidios, hacia un organismo que privilegie la simplificación de la gestión y la supervisión, la promoción y coordinación de la participación de todos los integrantes del sector y de los diferentes niveles de gobierno, la búsqueda de inversiones nacionales y externas, la planificación nacional forestal a nivel nacional, estatal, regional, predial y municipal y la elaboración del inventario nacional forestal y de suelos, conforme a lo que establece la LGDFS. Es indispensable que el limitado presupuesto se destine a las prioridades del sector forestal y vigilar y evitar que se vaya a usar en otras actividades no prioritarias, lo que agravaría aún más la ya de por si difícil situación por la que atraviesa este sector estratégico de vital importancia a nivel nacional, regional y mundial.


Atentamente:


Víctor Eduardo Sosa Cedillo, Ingeniero Agrónomo Especialista en Bosques
José Ricardo Sánchez Velázquez, Maestro en Ciencias Forestales
Juan Manuel Torres Rojo, Doctor en Manejo y Economía Forestal

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