¿Cuál es la dimensión real de la deforestación en México? Monitoreo de cambios en la cobertura del suelo a nivel municipal

Apertura de tierras para cultivo de aguacate en Michoacán. Foto: Proceso Michoacán

Conversación con Carlos Cruz-Gaistardo

Supervisor Central de Suelos y foto-intérprete (INEGI, 1994-2018). Consultor en programas subnacionales de Adaptación y Mitigación al Cambio Climático. Actualmente es el responsable de cartografía sobre Impacto Ambiental para el Atlas Nacional de México 2022 editado por el Instituto de Geografía de la UNAM. 

Jueves 15 de septiembre de 2022, 16:30 Hrs (Centro de México)


A raíz de una nota publicada en Excélsior donde se menciona que la deforestación es del doble de lo que se reconoce, contactamos a Carlos Cruz-Gaistardo. Él es un científico de suelos, que trabajó más de 24 años en el INEGI. Actualmente trabaja en los Estados Unidos de Norteamérica colaborando además con diversos proyectos en México, entre los cuales se encuentra el Atlas Nacional de México 2022, editado por el Instituto de Geografía de la UNAM. Está a cargo de la Información sobre propiedades, procesos y cambios en los suelos de México. Uno de los 32 mapas temáticos que presentará el Atlas se refiere a la pérdida de cubierta forestal como factor crítico de cambio en el suelo. Uno de los resultados que ha obtenido con su equipo de trabajo es encontrar en dónde está físicamente la deforestación y cuánta deforestación existe con mayor precisión en nuestro país. Esto motivó la nota de Excélsior. Posteriormente se generó una entrevista para La Jornada en donde el investigador hace precisiones importantes que en el primer reportaje no fueron considerados.


La cartografía de INEGI no ha sido correctamente empleada.

El primer problema que impidió al gobierno ubicar y cuantificar adecuadamente la deforestación, es el uso inadecuado de la información cartográfica del INEGI. Este instituto realiza una secuencia de interpretación satelital en donde se clasifican los tipos de vegetación cada cinco años aproximadamente. Esta información es empleada por la Comisión Nacional Forestal para generar una matriz de cambios de uso de suelo y con ello la base cuantitativa para las estimaciones de gases de efecto invernadero en las comunicaciones nacionales al IPCC y los reportes sobre el estado de recursos forestales (FRA) a la FAO. De esta manera, el cruce de los mapas de uso de suelo y vegetación del INEGI son comparados para obtener las tendencias de vegetación. Esto es inadecuado porque la escala de trabajo de INEGI (1:250,000) y el objetivo del proceso cartográfico no fue diseñado para delimitar deforestación a nivel parcelario, sino para observar solo cambios generales en los diversos tipos de vegetación.

Otro problema para saber con mayor exactitud cuál es la cubierta forestal y entender los cambios que ocurren en ella es la gestión de procesos. La mayor parte de los esfuerzos y recursos en México se han dirigido en desarrollar esquemas automatizados, con un componente muy pequeño de conocimiento adquirido por fotointerpretación. El uso desmedido de algoritmos genera cartografía muy detallada pero poco consistente. Recientemente se han empleado muestreos estadísticos basados en celdas de interpretación-calibración que en conjunto suman un área equivalente al 0.5% de la superficie total nacional. Lo mejor es hacer la interpretación del territorio total.

Cambios críticos

Carlos Cruz-Gaistardo, junto con otros 24 investigadores concluyeron un estudio nacional basado en interpretación visual y edición directa a escala 1:20,000. Actualmente ejecutan un sistema de calibración más detallado, basado en fotointerpretación integral (escala 1:10 000 para la edición de cambios y escala 1:5 000 para la confirmación de los cambios), empleando criterios de diagnóstico basados en datos de campo del propio Inventario Nacional Forestal y de Suelos 2004-2020. Este sistema fue presentado en el XV Congreso Mundial Forestal de Corea de Sur en mayo de este año, empleando el caso de la Región Lacandona 2014-2021.

Empleando la fotointerpretación y el análisis de datos forestales obtenidos en campo, el proyecto Critical Forest Change (CFC) ha continuado el trabajo realizado en 2015 por un equipo de 24 foto-intérpretes. Actualmente tiene un mapa sobre deforestación 2000-2021 en proceso de edición para el Atlas Nacional de México 2022. 

El equipo de Carlos Cruz-Gaistardo trabaja de forma independiente generando información a través de evidencias comprobables y sobre información que no ha sido suficientemente explotadas por las agencias mexicanas (i.e. CONAFOR e INEGI). Como ejemplo mencionó que estas dependencias tienen información de 75,000 perfiles de suelos y 195,000 sitios de estudio en los que se levantó algún tipo de información forestal y de suelos, pero estos datos no se han empleado para generar cartografía de precisión. 
El investigador insistió en el problema cartográfico de la “consistencia” y la “legibilidad” que no consideran los métodos solo automatizados. Remarcó también que la CONAFOR, el INEGI, la SADER y el SGM, tienen bancos de datos de mucha calidad y de los más grandes del mundo, sin embargo, estos datos no se han convertido necesariamente en información o conocimiento aplicable.


El Sistema Nacional de Información y Monitoreo Agropecuario toma la cartografía de INEGI y realiza una inferencia estadística para determinar el grado de error, después recalcula y corrige los principales indicadores de deforestación. En este proceso se obtiene un mapa de hotspots sobre la deforestación el cual no es comparable con otros productos cartográficos obtenidos por vectorización.

Por otra parte, las plataformas globales de monitoreo forestal como Global Forest Watch (GFW) y su proveedor Global Forest Change (GFC) requieren el trabajo de fotointerpretación, el aprovechamiento de la base de datos como las de CONAFOR y el INEGI y de otras verificaciones de campo adicionales. Esto permite obtener información oportuna, con costos accesibles pero sobre todo información más precisa, consistente y legible sobre la dinámica de cambio forestal y su efecto en el suelo. 

GFW representa los datos a través de millones de polígonos (píxels). Esto conlleva sobreestimaciones importantes (entre 35 y 72%) en regiones húmedas, pero también subestimaciones y omisiones en otras regiones. En la Zona Lacandona, por ejemplo, empleando la fotointerpretación, en un mes fué posible identificar los errores de Global Forest Change y las causales de error. Esto permitió generar estimaciones más precisas a un costo relativamente bajo. 

La limitante de este método es el tiempo de respuesta (10,000 ha por persona por día). La ventaja más importante del método es que los nuevos polígonos de deforestación o reforestación se amoldan totalmente a cualquier mapa de un periodo anterior, generando así consistencia, precisión y legibilidad. Esto último significa que los trazos son solo los necesarios y que pueden ser comprendidos sin dificultad, a diferencia de una nube rasterizada e ilegible de píxeles.

La idea del sistema Critical Forest Change (CFC) es aprovechar el detalle 1:10,000 de plataformas como GFW, mejorando su precisión y su consistencia a través de la interpretación visual y de un muestreo básico de campo. La cercanía con la realidad ayuda a obtener información más congruente de las zonas que conocemos. De esta manera eliminamos ruidos satelitales, algoritmos no lógicos, obteniendo mayor exactitud y certidumbre a escalas más grandes. 


Empleando el sistema CFC fué posible identificar con precisión los sitios críticos de deforestación a un costo bajo.

 

Menos es mejor

El proyecto CFC primero delimita el cambio y después hace su caracterización. Esto permite hacer comparaciones entre diferentes tiempos con bastante certidumbre. Asimismo, CFC no emplea todos los tipos de vegetación sino que emplea 8 tipos de estratos.  Esta simplificación permite que la información generada en campo por las mismas comunidades sea aprovechada más rápidamente y que las mismas comunidades puedan ser quienes hagan la edición.

Empleando enfoques más simples y aprovechando la enorme cantidad de información satelital, datos de campo y laboratorio ya existentes, se pueden tener posteriormente otros productos cartográficos que permitan comprender los procesos de deforestación y ayuden a tomar mejores decisiones. El equipo de CFC hizo un ejercicio nacional sobre cambios por deforestación a nivel nacional en solo siete meses, con un equipo de 24 fotointérpretes.

Con este enfoque es posible generar sistemas de monitoreo a nivel parcelario. En México las comunidades pueden apoyarse en estudiantes de bachillerato, con una posible beca del gobierno como aprendices, debido a que además la técnica de fotointerpretación (y fotoidentificación) son fáciles si se cuenta con cierta experiencia de campo.

Cada año se podría tener una radiografía del territorio de las comunidades interesadas y asociar ese trabajo con el realizado por las instituciones educativas y agencias tradicionales. El grupo que desarrolla el sistema CFC trabaja actualmente para generar mapas de las zonas más críticas de deforestación del país (Q.Roo, Chiapas, Yucatán y Campeche) que se publicarán el próximo año de forma libre a través de una página web. Estas actividades fueron posibles en una etapa inicial gracias a fondos del Gobierno de Noruega y administrados por el PNUD.


Las estimaciones de deforestación cambian según la institución que maneja la información. La FAO, empleando datos proporcionados por el gobierno de México presume que la deforestación está bajando y que está cerca de las 125,000 hectáreas anuales. La información de CONAFOR indican datos más reales pero con fuertes variaciones entre un año y otro (técnicamente no lógicas). GFC por su parte estima que se pierden unas 200,000 hectáreas forestales al año pero sin considerar omisiones, sobre y subestimaciones diversas. El sistema CFC muestra una clara tendencia a que la deforestación aumenta, pues al principio del siglo XXI se perdían 183,000 hectáreas y ahora se pierden 256,000 hectáreas forestales al año.




Se necesitan definiciones y conceptos claros

Para poder contar con datos creíbles sobre deforestación es importante ser explícitos en los conceptos y aclarar qué se entiende por árbol, bosque, cubierta forestal y deforestación. Todos estos conceptos básicos varían dependiendo el país, la institución emisora y afectan en diferente manera la generación de la línea base y cómo se describe la dinámica de cambio forestal.

La degradación es un concepto muy amplio que no se ve explícitamente en las imágenes de satélite. Esto significa que debe existir un seguimiento especial de los cambios más graduales como es el caso de las prácticas agropecuarias.

Esquema de monitoreo forestal y agrícola empleado por Critical Forest Change.


El investigador comentó que hay dos grandes escuelas que atienden el monitoreo de recursos naturales: La escuela técnica-programática y la escuela científica-temática. Conforme los temas de uso del suelo han cobrado importancia en la agenda pública, el enfoque programático ha ganado terreno entre las convocatorias públicas debido a su rapidez para generar resultados, aunque éstos sean en general menos precisos y menos consistentes que la interpretación directa especializada.

El investigador comentó que el siguiente año continuará apoyando a productores de Coixtlahuaca, Oaxaca, que buscan generar su propia línea base de captura de carbono orgánico de la manera más viable y eficiente posible.

 

Perspectivas

Un participante de Chihuahua mencionó que el sistema CFC podría ser de mucha utilidad en casos como el de la sierra de Chihuahua, pues allá el Gobierno no da información, pero la gente observa que hay mucha tala ilegal. Las bandas de talamontes generan incendios para después talar y vender la madera de forma clandestina. Esto confunde las estadísticas, pues en parte se considera aprovechamiento autorizado, en parte tala ilegal, y en parte incendio.

La falta de conocimiento sobre los procesos que determinan la deforestación hace que no se puedan atender también otros fenómenos graves como la deforestación no consentida, tal  como la que se da en Barrancas de la Sierra Madre en Chihuahua, o las matarrasas en zonas menonitas. Además de otros fenómenos como la migración ambiental, relacionada también con este fenómeno y que constituye una preocupación central de las autoridades de los Estados Unidos y México.

Varios participantes en esta conversación mencionaron que sería muy útil tener talleres con comunidades locales y organizaciones de comunidades para emplear el sistema CFC en el monitoreo local de la dinámica forestal. El investigador mencionó que es preciso buscar un momento adecuado para todos pero que si es de su interés colaborar.

Acerca del caso específico del Tren Maya se mencionó que, aunque en sí implica impactos ambientales, el trazo del tren no es el problema central. La preocupación debe estar enfocada en reducir apropiadamente los efectos del aumento del consumo de alimentos, energía y nuevos espacios de alto valor escénico. En especial si se considera que los suelos del norte de  la península de Yucatán son de los más frágiles del país. 

Hoy en día ya se han perdido miles de hectáreas de selva para establecer plantaciones de soya, que es un insumo básico de la industria de la carne. La superficie plantada con caña de azúcar también está creciendo fuertemente, debido a la demanda de la industria refresquera. Las plantaciones de palma de aceite están creciendo en el sureste de México, conforme la demanda de la industria alimentaria crece. Todas esas demandas van a aumentar naturalmente por el desarrollo de la infraestructura. El reto está en tener la adecuada “infraestructura social”, con la menor corrupción posible y con un mejor sistema de impartición de justicia, para poder manejar tales presiones.

En el caso de la Lacandona, la combinación de información cuantitativa y cualitativa, junto con la calibración a partir de información de campo, permitió generar información relevante para entender mejor la dinámica de deforestación. Por ejemplo, la degradación de la selva de estrato Arbóreo a Arbustivo arbóreo, implica una reducción del número de árboles y del volumen en pie a casi la mitad. Esto ayuda a delimitar los umbrales específicos de degradación para cada ecosistema particular.




Referencias

Publicaciones como Autor/Coautor o Editor del ponente:

En redes sociales:





Comentarios

Entradas más populares de este blog

Terminó con éxito el primer módulo del Diplomado de Empresas Forestales de Economía Social

Pobladores de San Juan Atzingo toman la carretera para detener la destrucción del Bosque de Agua

Territorios Productivos Sostenibles: 54 propuestas en Oaxaca