Incendios Forestales en Sudamérica: Un fenómeno creciente

Imagen de portada de: James Brunker/Alamy Stock Photo

Traducción libre, basada en: 6 Graphics Explain South America’s Forest Fires. September 19, 2024 By James MacCarthy and Sarah Parsons 

World Resources Institute (WRI), 19 sep 2024: Sudamérica está enfrentando un aumento dramático en los incendios forestales, con incendios sin precedentes que incluso afectan a ecosistemas típicamente húmedos, como la selva amazónica. Estos incendios están impulsados por sequías persistentes, temperaturas elevadas alimentadas por el reciente fenómeno de El Niño, la deforestación y el cambio climático a largo plazo.


La situación ha alcanzado un punto crítico, con millones de hectáreas en llamas en varios países, que amenazan vidas, propiedades y ecosistemas, y degradan gravemente la calidad del aire en ciudades como São Paulo y Río de Janeiro. Según datos de la plataforma Global Forest Watch del Instituto de Recursos Mundiales (WRI), las alertas de incendios en la región amazónica en 2024 son un 79% más altas que el promedio histórico para esta época del año.


A continuación analizamos las tendencias en países clave, basándonos en la información de incendios disponible en la plataforma GFW.

Tendencias Alarmantes en Países Clave

Bolivia: 

Bolivia atraviesa en 2024 su peor temporada de incendios en más de dos décadas, lo que ha llevado al gobierno a declarar una emergencia nacional. Desde principios de año, se han registrado más de 29,000 alertas de incendios, el 90% de ellas después del 1 de julio. Alrededor del 70% de estas alertas están en bosques primarios, ecosistemas vitales para la biodiversidad, el sustento de las comunidades y la captura de carbono. Los incendios en Bolivia han aumentado cinco veces en comparación con hace 20 años.



Brasil: 

Brasil, país que alberga el 60% de la selva amazónica, ha registrado más de 47,000 alertas de incendios en 2024, más del doble del promedio anual para esta época. Entre enero y agosto, los incendios han devastado más de 11 millones de hectáreas, un área comparable al tamaño de Guatemala. Según los datos históricos, solo en 1987 se había quemado más superficie en este punto del año. La combinación de incendios forestales y altos niveles de deforestación ha transformado los bosques de la Amazonía brasileña en una fuente neta de emisiones de carbono.


Datos de Mapbiomas, una ONG brasileña, informa que los incendios han quemado más de 11 millones de hectáreas de tierra entre enero y agosto de este año, un área aproximadamente del tamaño de Guatemala. Según sus datos, que se remontan a 1985, sólo un año (1987) tuvo más superficie quemada en este momento del año.

La creciente actividad de incendios forestales, junto con los altos niveles de deforestación, ya han convertido los bosques de la Amazonía brasileña en una fuente neta de carbono.

Perú: 

Perú, que contiene la segunda mayor extensión de la selva amazónica, ha registrado más de 450 alertas de incendios en 2024, más del doble del promedio habitual para este momento del año. Aproximadamente el 61% de estos incendios se producen en bosques primarios.




El Factor Humano y el Bucle de Retroalimentación Climática

A diferencia de los bosques boreales, donde los incendios forman parte del ecosistema natural, los incendios en las selvas tropicales como el Amazonas son raros y, en su mayoría, causados por actividades humanas. Un factor importante es la deforestación, que a menudo implica incendiar grandes áreas para despejar tierras destinadas a la agricultura y la ganadería. Esta deforestación altera los patrones climáticos regionales, intensificando las sequías y haciendo que los bosques sean más vulnerables a futuros incendios.


Además de estas causas directas, el cambio climático está aumentando la susceptibilidad de los bosques tropicales a los incendios, al elevar las temperaturas globales y modificar los patrones de lluvia. Los últimos diez años han sido los más cálidos desde 1985, y 2024 está en camino de superar a 2023 como el año más cálido registrado. A medida que los bosques arden, liberan grandes cantidades de dióxido de carbono y otros contaminantes en la atmósfera, lo que agrava el cambio climático y deteriora la calidad del aire en vastas regiones. Aunque los bosques pueden recuperar parte del carbono perdido cuando vuelven a crecer, esto puede llevar décadas, mientras que el daño se produce en una sola temporada de incendios.


Un Llamado a la Acción

Con Sudamérica enfrentando incendios récord este año y probablemente en el futuro, es urgente abordar tanto las causas directas como las indirectas de estos incendios. Esto incluye un mejor manejo forestal, un control más efectivo de la deforestación y esfuerzos concertados para mitigar los efectos del cambio climático. Sin estas acciones, el ciclo de destrucción continuará, con graves consecuencias para los ecosistemas, la salud humana y el clima global.


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